Cocina de fanzines con sazón libre

¿Qué tiene que ver cocinar un fanzine con la cultura, los despropósitos y la cocina? Pues mucho.

El día 4 ha traído, de manera improvisada, lindas y productivas charlas, bonitos momentos de creatividad, espacio para propuestas y libertad de acciones. Se trataba de conocer cómo, mediante diversos soportes materiales, es posible generar contenido, llenarlos, ordenarlos y ser capaces de sintetizar, esquematizar y mostrarlos; es decir, de alguna manera desarrollarlos y difundirlos.

El fanzine es uno de esos soportes que permiten todo esto y mucho más, pero que al mismo tiempo nos sirve para darle forma a lo que queremos hacer, proponer y distribuir. Además es una posibilidad de crear de manera libre, en múltiples formatos, tamaños, colores, tipografías…es un acto de hackear, recortar, copiar, remezclar conceptos, teorías, cosas, definiciones, proposiciones…despropósitos en definitiva.

Comenzamos exponiendo en común las tareas que realizamos de manera no presencial. Las dos lecturas propuestas fueron éstas:

Aprendizajes situados y prácticas procomunales

Generamos tweets relacionados que nos permiten seguir armando las microhistorias de esta experiencia conjunta:

.- “Las nuevas tecnologías  son las herramientas de la visión procomún, permitiéndonos aprender fuera de los estándares“. @AlejandrinaOjeda.

.- “La cultura digital libera al espacio público de los límites elitistas y presenta al ciudadano una sabiduría desbordada“. @MaritzaEstrell1.

.- “La palabra cerrada ha encarcelado al mundo, dame una palabra abierta para liberarlo“. @AdelaVV.

.- “La verdadera educación rompe las fronteras de la extensión del conocimiento, convierte a los individuos en seres activos y no pasivos; promueve la pluralidad de conocimientos, la reflexión de lo establecido, la interculturalidad en la sociedad y el ejercicio de la cultura en beneficio de la comunidad”. @SayilTorrez.

.- “El patrimonio no sólo nace en el museo, sino también en el sentir de la gente y el vivir de las calles. @SayilTorrez.

Y dibujos en relación a los textos para relatar de manera gráfica, a modo de #relatograma, sus contenidos…y nos preguntamos Y tú ¿qué educación quieres?

Alejandrina (dibujo #1) quiere una educación flexible, en donde existan los procesos. En el dibujo indica como a través de esos procesos, están sus propios intereses y pasiones como la ópera. Todos aprendemos de manera diferente; el sistema institucional de la escuela nos pone límites. Yo, por ejemplo, no he sido estimulada correctamente y me he cambiado muchas veces de escuela…Para Maritza (dibujo #2), representa la “sabiduría desbordada”, aquella que no puede ni debe contenerse y, mucho menos, cerrarse o restringirse a determinados grupos. Esto quiere decir que el conocimiento debe compartirse y no dejarlo cerrado.

Para Sayil, la educación en los seres humanos es similar a la nutrición, puede ser escasa y de mala calidad  en donde el individuo se tiene que conformar con lo que puede para comer, pero siempre se queda con hambre e insatisfecho. También existe la alimentación (o educación) que parece ser la de mejor calidad porque es muy costosa, incluye alimentos importados y se complementa con la mejor tecnología; pero sólo son utilizados como artefactos, códigos y apariencias. En el fondo proveen los mismos malos alimentos que la primera categoría. Por último, existe una nutrición balanceada que se complementa con distintos alimentos, que se preocupa por la calidad y que utiliza a la tecnología como un elemento de ayuda y no como un soporte; lo que da como resultado el balance, la integridad y la felicidad.

La presentación de la semana camina en torno a algunas preguntas que acompañan vídeos, artículos y propuestas…
 

¿Comparten sus saberes sin miedos, libremente?
– Las chicas cuentan como en su día a día en la universidad hay miedo en compartir los saberes, rumores, malas intenciones, envidias, competencias…y éstos son dominantes, tristemente.
– El sistema no aporta alternativas. Sólo impera y te dice cómo lo tienes que hacer.
– El tener múltiples intereses te coarta.
¿Creen que las prácticas procomunales han existido siempre? ¿Cómo llamarían ustedes a esto del procomún?

– Miramos al contexto yucateco, al rural, pero también al contexto urbano y a la periferias.
– Compartimos experiencias de cómo sentimos que están amenazados los bienes comunes; contamos realidades de los espacios que habitamos (colonias, barrios, pueblos…). Siempre hay lindas conexiones, y nos damos cuenta de que  hay un vínculo entre Alejandrina y yo que nos lleva a Tecoh. Yo he vivido en el pueblo en varias ocasiones y temporadas de trabajo; ella cada fin de semana…expresamos la importancia de vivir en el rural, de rescatar tantas buenas costumbres, conocer e intercambiar conocimiento de manera intergeneracional, sin importar si vienes de ciudad, si eres de pueblo, citadino, provinciano o fulanita. Los comuneros lo saben,  y transmitir esos saberes es valioso.
– Yo quiero tener mi huerta, dice Alejandrina. Disfruto bajando las frutas de los árboles o recogiendo las verduras.

¿Creen que las ideas crecen y mejoran si se comparten?
– Todavía hay dudas pero creen que sí, confían en ello, lo ponen en práctica y se sienten bien.

– Escuchamos a Zemos 98 en este buen trabajo audiovisual y porque queremos introducirnos un poco más en el conocimiento libre y darnos cuenta de cómo en verdad somos unas hackerinas!

Cultura Libre y Educación Hacker from Carlos Escaño

Y tras poner en común las escuchas, nos adentramos brevemente en el mundo de las licencias libres, el copyleft, el dominio público y la necesidad de conocer para poder en práctica y ver lo positivo, abriendo mentes, liberando lo que creamos…

La cocina de fanzines está a punto, con sazón libre…

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Y seguimos…

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